LA ISLA

MALTA forma parte de un pequeño archipiélago escondido en el corazón del Mediterráneo. Su situación estratégica, a 93 kilómetros al sur de Sicilia y a 288 al este de Túnez, la convirtió en blanco de muchas batallas. Fenicios, bizantinos, cartagineses, romanos, árabes, caballeros de San Juan, franceses y británicos, entre otros, escribieron su capítulo en la historia de este lugar que vive a caballo entre el pasado y el presente. Ahora el turismo se rinde ante sus numerosos y desconocidos encantos. De norte a sur, de este a oeste, los 246 kilómetros cuadrados de Malta esconden tesoros arqueológicos, aguas en las que perderse buceando, fortificaciones para viajar a otros siglos, playas de original belleza y escenarios naturales de cuento. Además, sus habitantes —alrededor de 330.000— gente abierta, sencilla, amable y muy tranquila, hacen que a lo largo y ancho de toda la isla se respire un aire acogedor y cercano. Con un clima típicamente mediterráneo, cálido y soleado prácticamente todo el año, y una gastronomía rica y variada, resulta un placer descubrir los secretos de la cultura maltesa y la grandeza que ha acompañado a la isla desde tiempos remotos.